La política de inmigración que promueve Donald Trump está reduciendo el número de estudiantes extranjeros que eligen Estados Unidos para formarse, y una de las consecuencias es que el país podría perder capital humano cualificado.
Entre 2016 y 2017 el número de estudiantes de otras nacionalidades que eligieron alguna universidad estadounidense para completar su formación se redujo un 4%, una cifra que aparentemente no es alarmante, pero las estadísticas que ha elaborado National Foundation for American Policy, una fundación estadounidense sin ánimo de lucro, contienen algunos datos interesantes. Por ejemplo, detrás de ese descenso hay una caída en el número de estudiantes indios del 21%, un porcentaje revelador porque se trata de una comunidad muy valorada profesionalmente por sus preferencias académicas por las ingenierías y las ciencias computacionales.
Las universidades estadounidenses perdieron alrededor de 18.600 estudiantes indios en 2017 y el número podría ir en aumento de persistir la política de Trump, señala la fundación.
“Si la tendencia continúa podría tener un profundo impacto negativo sobre los estudiantes y las universidades estadounidenses, así como en las empresas y la economía”, apostilla National Foundation for American Policy.
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